
Pues volvemos a la carga señores.

Pilas cargadas, después de haberlas descargado brutalmente durante este último mes. Y es que digan lo que digan, lo de los exámenes no tiene perdón de Dios...
Agotado física y mentalmente se me presenta delante el que posiblemente será el último cuatrimestre de mi vida académica en esta facultad, a partir de ese momento... un borrón. Un borrón en mi mente en el que no tengo ni la más mínima idea de que hacer. Pero bueno, de eso me ocuparé más adelante.
En estos días me he dado cuenta de muchas cosas.
ASCAZO
Cuando a los alumnos de esta mi Facultad se les da la oportunidad de hablar y criticar las cosas que se hacen mal, pudiendo poner remedio, se quedan muditos como piedras, cosa que no entiendo cuando se han mantenido criticando explotaciones sin saber condiciones anteriores ni nada de nada durante meses
ATENTOS AL CASI
Los docentes me siguen sorprendiendo una vez más, en cuanto me pongo delante de un examen, y no sólo me la intentan jugar, si no que tienen la auténtica desfachatez de decirmelo a la cara, distintos exámenes, distintos criterios... las mismas mierdas... los mismos perros con distinto collar... y es que de momento son como una especie aparte, no doy un duro por casi ninguno
HUNDIDO
Existe gente en el mundo, que directamente no se de que va. Gente que sin quererlo, o tal vez deseándolo con todas sus fuerzas, te pisa, te niega una mirada, te hunde en lo mas profundo... Y lo peor de todo, es que no sabes el motivo. Sencillamente no lo sabes, y ahí esta lo malo... Te jodes, te hundes, y la conciencia no para de dar vueltas, pero no por algo que has hecho o has dejado de hacer, lo que jode en realidad, es que estás hundido por que no lo sabes. Ahí está el problema... ¿cual es el motivo de negarte una mirada? ¿cual es el motivo de rechazar un abrazo? Y, lo que es peor, ¿si no quieres el abrazo, por qué un día lo cogiste? Si no lo querías, haberlo dejado, o escupido si hubiera hecho falta... a elección del consumidor
ALEGRÍA
Algo de alegría tenía que haber estos días. Compañeros que acaban su vida de facultad, transformádose en abogados, veterinarios, profesores... y que cojones, te sacan la sonrisa ostia. Los has visto nacer, los has visto morir, los has visto disfrutar, cagarla, levantarse...
Ese Rafita. Ese Poeta. Ese Potato. Y más cosas. Jodido de exámenes, una jodida voz amiga te sorprende, donde pensabas que tan sólo había una persona conocida, resulta que es un hombro muy valioso, donde llorar, reir, llorar, reir... Todo un ciclo que se cierra con un abrazo. Un abrazo que sabes que no te van a negar. Gracias a todos y felicidades a los licenciados.
Ya se que este post suena melancólico, pero ahora mismo, es como me siento. Menos mal que hay cosas que me alegran la vida, como este viernes. Me encantaría repetirlo, entero.
Y ahora, un homenaje a un compañero, y mucho mas que un compañero, un amigo.

Cowboy de medianoche...